La Comisión Europea, en todo momento ha fijado las reglas del juego, publicado los documentos que han servido para avanzar en el proceso de salida del Reino Unido de la UE, pero no debemos olvidar que es una situación de pérdida para ambas partes, lo importante es minimizarla.

En el siguiente artículo se analiza una posible estrategia de salida del Reino Unido, quien ha forzado dicha situación de pérdidas y que siempre hay un riesgo de que se trasmitan en exceso a la UE; puede que la presión de los sectores económicos de cada estado miembro más afectados por la salida, impongan su visión, obligando a llegar a un “mal acuerdo” que sería mucho peor que un “no acuerdo”, que por más grande que sea la UE, no quiere decir que no pueda perder más si las negociación no es adecuada.

Por otro lado en el artículo analizamos una posible estrategia del Reino Unido, una vez fuera de la UE, pero esperemos una estrategia y una gran comunicación sobre el futuro de la UE, como uno de los actores imprescindibles en el mundo, junto con los EEUU y la República Popular China, del que ya no puede formar parte el Reino Unido y que dicha estrategia, bien comunicada, motive a la población de los estados miembros, pero sobre todo, mejore la situación económica, social, la equidad e integración social, incremente los recursos dedicados a la I+D y, por tanto, el valor añadido, mejore la posición internacional de los productos y servicios de la UE en el mundo, su imagen, impulse el respeto ambiental y promueva los valores del modelo social europeo, pero que sea competitiva, permitiendo incrementar el nivel de vida de sus ciudadanos, y no siguiendo por un cambio que, a veces, aunque sea de una manera desinformada, parece que conduce a la UE a una perdida excesiva de importancia, alimentando los movimientos populistas y el desarraigo de los ciudadanos comunitarios a sus instituciones.