Italia en momentos de dificultad responden bien. Buscan alternativas positivas que beneficiarán directamente a la evolución positiva del país, como bien va a hacer Mario Draghi. Busca un equipo técnico para lograr tomar las mejores decisiones económicas y sociales que la situación requieren.
¿Tenemos en España alguna opción de lograr una opción así? El Gobierno parece ser que ha creado un aparato burocrático de control político desde el gobierno central de los fondos. ¿Se van ha gastar estos fondos? Seguro. ¿De una forma eficiente? Seguro que no. Esto se debe a que no se van a destinar a resolver los problemas que tiene hoy en día la economía española.
Si cae el turismo, caen los ingresos que compensas el déficit comercial. Esto hace que la balanza de servicios pueda entrar en déficit. La balanza por cuenta corriente puede entrar en déficit. Necesitaremos suministros de capital que da el BCE a través de duda, pero esto tiene que tener un final.
El problema de las empresas españolas es que son pequeñas, y lo que les repercute mucho es el coste laboral. Con los altos porcentajes de ERTES y de pérdidas de puestos de trabajo, el empresario lo que necesita ahora mismo es flexibilidad laboral. Mediante autónomos dependientes o mediante contratación temporal. El coste del despido es elevadísimo y lo es en comparación con el resto de Europa. No entienden que las empresas necesitan ayudas directas. El gobierno no está tomando decisiones sobre planes económicos factibles o que contribuyan, como está haciendo Italia, a una buena evolución de la situación actual.
Todos los plazos de pagos cae todo el peso en la banca. Atacan a sectores que hacen que huyan los fondos de inversión. En España suben los impuestos a todo. Italia está mal, pero han recurrido a alguien que en momentos de crisis, responde y sabe hacer frente. Es momento de buscar a alguien competente que busque formar un equipo muy competente.
Luego hay cientos de de miles de empresas que ahora la banca les está apretando. Que están en línea de subir los impagos. De aumentar la morosidad. No solo la morosidad frente a los bancos, sino con acreedores. Muchas empresas se encuentran en concurso de acreedores. Empresas que podían ya haber presentado los concursos pero con el decreto ley tienen aplazado este tema y no se sabe cómo lo van a resolver. Podemos encontrarnos en una primavera con una cantidad de impagos impresionante y cierres inevitables. La ayuda que recibimos no se destinará a estos menesteres. Solo el año pasado se han gastado en paro 38.000 millones y en la financiación de ERTES. Vamos a tener un problema de en pequeñas y medianas empresas enorme. A ver cómo solventamos este problema y cuándo reaccionamos.
Por otro lado, comentar que ha habido un colapso en la capacidad de producción de chips procesadores. Los vehículos necesitan una enorme cantidad de estos chips. Por las políticas que estableció Trump de exportación con China, muchas empresas han tenido la imperiosa necesidad de buscar nuevos fabricantes a nivel nacional y su ritmo de fabricación no logra cubrir la alta demanda. ¿Nos hemos apoyado demasiado en la fabricación por parte de Oriente? ¿Tenemos un problema con la gestión del stock?
Sin duda para este tipo de procesadores relacionados con el sector de la automoción, provienen de China ya que son de bajo coste con tecnología más avanzada. La cadena global de suministro ha estado muy atascada. La explosión en la demanda parece ser que es el principal problema.