No doy crédito!

 

Gerardo Cueva, presidente de CEPYME, ha mostrado su preocupación ya que los bancos han dejado de dar crédito. Ya no les financian lo suficiente. La financiación del consumo se ha acelerado pero, la financiación a pymes y autónomos se va a centrar en la situación que atañe a cada uno de ellas. Estamos viendo un rebrote estadístico. Caímos casi un 12% del PIB. Aunque sube un 50%, esto nos deja con un 50% menos de lo que teníamos.

Las empresas han dispuesto de una financiación que procedía principalmente de los avales que concedía el ICO para que los bancos dieran créditos. Había una línea de 40.000 millones de euros que no se han empleado en su totalidad. Ni mucho menos. Las ayudas directas se ofrecen con tales condiciones con unas dificultades burocráticas de tal forma que el 75% no se han llegado a conceder. Por estos motivos, no se puede decir que ahora mismo, haya un problema de financiación bancaria. Se irá viendo. Se compararán los balances del 2019 y del 2021. Se debe ver cómo iba la empresa en el 2019 y ver si era solvente antes de que llegara el Covid y comprobar que ha sido el verdadero motivo que ha podido desestabilizar su situación financiera.

La morosidad va a despuntar inevitablemente a grandes rasgos. El propio gobierno ha sido quién ha dicho que en el 2023 prevé un crecimiento del PIB  del 2% con lo que se acabó el rebote estadístico.

Hay una necesidad de transmitir optimismo. Se quiere incentivar la economía y transmitir apoyos para desbloquear este miedo y esta parálisis.

La crisis que está dormida, la debemos de gestionar. Por esto la banca debe ser muy prudente ya que deben de tener datos de futura morosidad y están actuando con cautela. Se debe de empezar a reestructurar la economía y terminar con la empresa zombie.

Hablamos de 180.000 personas que se encuentran en ERTE. Son muchas. Pueden ser 180.000 familias. Esa sensación de incertidumbre de qué va a pasar, genera un clima social de inseguridad. ¿Qué va a pasar ahora?

 

 

Por otro lado, hay una batalla de líderes en las asambleas generales de las naciones unidas. Por ejemplo Xi Jinping quejándose de las intervenciones militares. Imponer democracia a otros países. ¿Es esto legal? ¿Existe ese derecho?

Joe Biden ha dicho en esta situación: «EEUU competirá vigorosamente y liderará con los valores del pueblo americano. defenderemos a nuestros aliados y a nuestros amigos y nos opondremos a los intentos de países más fuertes de, dominar a los más débiles. Ya sea mediante cambios en el territorio por la fuerza, la coacción económica, la explotación táctica o la desinformación».

La figura de Biden y su credibilidad se cuestiona después de la decisión que ha tomado y que ha afectado especialmente a Afganistán. De repente este mensaje tan enérgico de defender a los débiles suena un poco contradictorio.

¿Y China, qué lugar ocupa? Los analistas llevan diciendo que la imagen no es la realidad  y que la realidad, se oculta a través de una propaganda y una desinformación que se corresponde con una realidad virtual que crea el Regimen Chino. Australia ha sufrido ataques de China durante más de un año solo porque detectó cierta actividad de espionaje y Europa no ha dicho nada. Solo contemplaban. Y ahora solo dicen que no están de acuerdo con este tipo de acciones.

La geoestrategia en Asia, que es la importante en el futuro, no se corresponde con las palabras bonitas de Xi Jinping y, los desequilibrios macroeconómicos de China, son tan grandes que, se llegaría a la conclusión de que en realidad tenemos un gran problema delante. Este problema debe de tratar de solucionarse mediante una gran reestructuración. Además, no se le puede vender, a países liberales, una dictadura como la que hay en China. ¿Qué papel logrará desempeñar China en un futuro próximo?