Ola de Concursos

 

La ola de Concursos que se esperaba, ya está aquí. Más de 1260 empresas han solicitado el concurso en el primer trimestre de este año. Esto refleja un 45% más que el año anterior.

 

Es una cifra que indica que a pesar de la prórroga concursal que está en vigor, las empresas ya no aguantan más y se va a iniciar lo que es el incremento trimestral de los concursos de acreedores, tanto de persona natural como de asociaciones de una manera muy fuerte durante este 2021 y, probablemente, hasta el 2023. Tras la pandemia y a consecuencia de cierres y de falta de ayudas  (las medidas económicas que se han tomado), han propiciado llegar a ésta situación tras la pandemia.

 

Durante el 2021 estaremos alcanzando los niveles que se lograron en 2008. En el segundo trimestre llegarán más concursos y, cuando acabe la prórroga concursal de este año y, uno se pueda acoger a la misma para tener que presentar concursos, esto seguirá subiendo.

 

Ya no podemos evitar los daños que hemos causado. Aún ni siquiera ha llegado un solo euro de las ayudas a las empresas. Les hemos dicho que pidieran un préstamos que avalaban ellos, o que aplazaran impuestos. También que se acogieran a un ERTE pagando ellos una parte, o que se les ha perdonado algún tipo de impuesto ya que no tenían actividad, ni ingresos, ni negocios, pues hay empresas que no aguantan. Obvio.

 

La prórroga concursal que será hasta finales de este año, ha permitido que, aunque yo fuera insolvente y, creía que podía sacar adelante mi empresa, no solicitara el concurso. Esto ha permitido que, el incumplimiento de convenios de acreedores ya aprobados, no llevaran a una liquidación de la empresa. Ha permitido la prórroga de los acuerdos de refinanciación de grandes empresas y ha impedido que los acreedores que no han cobrado, instaran el concurso necesario por no pagarle, pensando que, tenía solo su deuda (teniendo varias).

 

Hay sectores como la hostelería, el turismo y el ocio nocturno, que se ven muy afectadas. En Barcelona concretamente ha tenido un impacto muy fuerte casi triplicando la cifra de Madrid. Esto es un efecto honda por el cual, podemos decir que, estos primeros casos que vemos solo son eso, los primeros.

 

Se habla de una recuperación económica del 5.9% en 2021 pero claro, este 5.9% sería frente a una caída de un casi 11% en el 2019 por lo que este dato nos muestra realmente que no habrá una recuperación económica hasta finales del 2022 e incluso el 2023. Las empresas han tenido caídas de ventas de hasta el 40%. Se les ha subido los impuestos y se anuncian más subidas. Y todo esto sin ayudas. Aquí hay que remarcar que el único país de la UE que no ha repartido ayudas directas a las empresas, ha sido España. Tienen un gran decreto aprobado que van a dar a las comunidades autónomas con la ayuda de la agencia estatal pero, no les han llegado el dinero.  Todas las medidas que se han tomado, han servido únicamente para incrementar el daño económico provocado por la pandemia.

 

La economía necesita un orden, una dirección y unos mensajes claros. Una dirección correcta en la que incluso el Banco de España, es consciente de las malas prácticas que está tomando el gobierno respecto a las subidas de impuestos sin centrarse en reducir por ejemplo, el gasto de las administraciones.

 

También hay entre unos 1000 concursos de personas físicas que no son empresarios o que no tienen una actividad económica y, unos 600 de personas naturales que son autónomos.

 

Reorientar la situación parece algo muy complicado a estas alturas pero, lo que sí podemos hacer es, redireccionar éstas ayudas que se van a dar a empresas con actividad que pueden salvarse. A aquellas que tienen posibilidad de futuro.

 

Las ayudas de la SEPI no llegan. Muchas empresas se han visto afectadas por el impacto provocado por el tema de Plus Ultra ya que esto lo que conlleva es, una falta de credibilidad en las buenas prácticas para repartir éste dinero. Mientras, otros países de Europa llevan más de 1 año repartiendo estás ayudas. Y estando en la misma situación. Sin subir impuestos. No es el momento de hacerlo ni de decirlo. Matas cualquier iniciativa de ser emprendedor, de querer crear una empresa, desarrollar un idea o, querer aguantar con lo que ha caído.